De vuelta a nuestras actividades cotidianas tras la pandemia por Covid 19, el ambiente laboral es uno de los factores más importantes para lograr el bienestar personal, y en nuestra salud mental. Por ello cuando esta parte de nuestra vida profesional es problemática, sus efectos pueden ir más allá de la oficina y afectar nuestro día a día.

Y es que es una ley no escrita que en todos los empleos, sea cual sea nuestra área o posición, tendremos que convivir con diferentes tipos de personas. Seguramente, no todas serán de nuestro agrado, incluso algunas personas pueden obstaculizar nuestro desempeño, sin embargo, podemos obtener más cosas positivas si nos enfocamos en controlar nuestras emociones y aceptamos que son parte de la vida laboral.

Aquí te damos 6 consejos para lidiar con colegas difíciles y evites que sus acciones impacten tu desempeño en este regreso “normal” y gradual a la oficina.

¿Compañero tóxico? Aprende a llevar una sana relación en el trabajo

Identifica su naturaleza

Antes de enfrentar a un compañero de trabajo tóxico es necesario entender cuáles son sus comportamientos y qué busca lograr con ellos. Aquí te damos algunos ejemplos comunes:

Protagonista. Una persona que se adueña de las conversaciones en juntas y reuniones, impone sus puntos de vista y hace menos los de los demás. Tiene un alto sentido de competencia y no tiene escrúpulos para actuar con alevosía para lograr sus objetivos.

Chismoso. Todos hemos conocido a un compañero de trabajo cuya principal actividad parece ser difundir información sobre otras personas. En ocasiones actúa como “espía oficial” de tu jefe o supervisor y gusta de informar detalles irrelevantes o información que perjudica a otros.

Informal. Es un clásico de oficina y su principal característica es que no respeta tiempos de entrega, no atiende solicitudes con oportunidad, y tampoco llega a tiempo a las reuniones de trabajo.

Descalificador. Es el típico colega que parece nunca estar de acuerdo con tus ideas o propuestas. Así que se dedicará a descalificarte en privado o en público, no caigas en el juego.

Manipulador. Sin duda, uno de los más astutos y nocivos. La mayoría tiene una excelente relación con su jefe o Recursos Humanos y además posee alguna de las características anteriores.

Flojo. Uno de los peores compañeros de trabajo es aquel o aquella que simplemente no realiza sus actividades o las hace de manera deficiente. Las consecuencias, por supuesto,  repercuten en el trabajo de todo el equipo.

¿Compañero tóxico? Aprende a llevar una sana relación en el trabajo

Analiza si el problema es personal

Un punto clave para neutralizar el efecto que nos produce un colega nocivo es identificar si la agresión es sólo contra nosotros o es un comportamiento regular con otros miembros del equipo.

Cuando se trata del segundo escenario es más fácil abordar el conflicto, porque existirán otros compañeros que compartan su molestia y puedan tomar cartas en el asunto de manera colectiva. Pero si la agresión es contigo, tendrás que enfocarte en analizar lo que sucede, cómo te afecta y de qué manera puedes responder con inteligencia a las agresiones.

¿Compañero tóxico? Aprende a llevar una sana relación en el trabajo

Neutraliza tus emociones

Tal vez esta es la parte más difícil del proceso, pues es normal sentirse agredido cuando un compañero de trabajo tiene un comportamiento grosero o hiriente, sin embargo, la clave para poder responder a la situación es proteger tu autoestima y no permitir que esa persona te haga perder el control de tus emociones.

No lo dejes pasar

Cuando permitimos que una persona nos moleste durante un periodo largo de tiempo, el enojo y la frustración se acumulan, y es entonces cuando esta persona gana terreno sobre nuestro estado de ánimo.

De manera que un par de actitudes hostiles son suficientes para actuar. Mientras más esperes para poner un alto a un colega fastidioso, más trabajo te costará dominar la situación.

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Evita quejarte con otros

Comentar con los demás lo sucedido te puede hace parecer una persona quejosa y problemática. Piénsalo así, ¿ellos pueden resolver tu situación?

En lugar de hacer de tu problema una “bola de nieve” compartiendo con el resto del equipo de trabajo lo mucho que te molesta cierta actitud, mejor afróntalo en persona y de manera directa con el implicado.

Cuidado con la venganza

Cuando respondemos con enojo alimentamos el poder de la otra persona. Reaccionar de manera agresiva ante una conducta maliciosa es lo más común, ¡y justo es lo que espera el agresor!

De forma contraria, cuando tenemos la capacidad de responder al ataque con amabilidad y calma, la otra parte se queda sin armas, porque no el permitimos tomar el control de la situación ni cedemos ante su provocación.

Manejar tus propias emociones y reacciones siempre será la forma más inteligente de controlar a un compañero fastidioso, de esos que en todos lados habrá. Enfócate más en ti y menos en esa persona “tóxica”, observa los resultados.

¿Compañero tóxico? Aprende a llevar una sana relación en el trabajo