Aquella política del “hijo único” que se derogó en 2016, levantó un muro entre el número de hombres frente al de mujeres, asfixiante en zonas rurales del país, donde los hombres pobres con más de 24 años tienen que viajar grandes distancias para “comprar” una esposa que asegure su descendencia.

Cuando se acercaban a los mil millones de habitantes, el gobierno quiso impedir los nacimientos, y se estima que se realizaron 400 millones entre abortos y esterilizaciones forzosas, en ese momento quedaron a un lado las niñas. Por ello hay 35 millones de varones más que mujeres, acelerando lo que hubiese sido natural, que las parejas mientras más prosperaban planificaran mejor su familia.

Discriminación a la soltería

Las estafas en torno a conseguir pareja son abundantes en el gigante asiático, pero también existen negocios legales de citas a ciegas, ya que culturalmente si alguien no se ha casado pasados los 30, es discriminado socialmente y presionado por su familia.

En las ciudades es diferente

Para los que viven en grandes ciudades, las dificultades se basan en la falta de una vivienda, o que su sueldo parezca insuficiente a los futuros suegros.

Leyes del “hijo único” en China y sus repercusiones

Resalta que hay mujeres profesionales que aunque deseen encontrar esposo no lo logran, debido a esas razones y prefieren quedarse solteras, en especial las catalogadas mujeres Alfa con nivel educativo y económico alto.

Podría decirse que el matrimonio para los chinos no está solo basado en los sentimientos, se trata de un proyecto con marcado perfil económico, donde intervienen las familias de ambos contrayentes. Si no hay dote para los suegros en varios miles de yuanes, coche o vivienda, no hay matrimonio.

“Cuando los creadores de políticas del Estado necesitaban las manos de las mujeres, las enviaron a trabajar”, dijo Wang Zheng, profesora de Estudios de la Mujer e Historia en la Universidad de Michigan. “Ahora quieren presionarlas para que se casen y tengan muchos hijos”.

Política de envejecimiento

El gobierno se enfrenta ahora con una población envejecida, sin reemplazo, que amenaza su crecimiento en todos los sentidos, por ello, la nueva apertura permite que las parejas que así lo deseen, puedan tener tres hijos, pero a pesar de eso no lograron detener la caída de nacimientos.

Desigualdad

Leyes del “hijo único” en China y sus repercusiones

La carrera contra los obstáculos en China no está fácil, “las mujeres no quieren ser fábricas de niños”, “Ni las mujeres son vasijas para la reproducción, ni los hombres, máquinas de hacer dinero”, comentaba un internauta. “A mí me encantaría tener tres niños, pero mi jefe contrataría a otra persona en mi ausencia. Y después de criar a tres hijos, cuando quieres volver al mercado laboral ha pasado mucho tiempo, ¿qué trabajo vas a conseguir?”, escribía otra.

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Mujeres desaparecidas

Mientras tanto, en un submundo que sale a medias, la realidad es otra, anualmente son secuestradas al menos 300 mil mujeres, casadas, solteras, propias o extranjeras; llevadas a aldeas apartadas donde se les obliga a tener una nueva familia y darle un hijo a un hombre soltero. Parece increíble que en pleno siglo XXI aún prevalezcan estas ideas culturales.