Como mamás, siempre buscamos darle a nuestros hijos frutas que aporten energía, fibra, vitaminas y minerales indispensables en la etapa de crecimiento, pero las frutas naturales se dañan y descomponen muy rápido una vez compradas, y se terminan usando en otros productos como compotas, mermeladas, jugos o batidos que “dicen tener alto contenido en frutas”.

En lo que concierne al sabor, estos productos son perfectos, pero distan mucho de lo que indican en los empaques, ya que con las frutas se comete cantidad de prácticas dañinas, que propician la diabetes, el cáncer y la obesidad.

¿Qué hay de los productos que dicen tener alto contenido en “frutas”?

Un aspecto muy común es la comodidad de los padres al darle a los niños productos procesados, que por su elaboración antes de ser abiertos pueden mantenerse por tiempo prolongado fuera del refrigerador, y llevarse de aquí para allá sin que se echen a perder, además manifiestan que son más sabrosos, y aseguran ser increíblemente sanos.

El marketing engañoso es atractivo para muchas personas, al probarlos resultan muy dulces y excesivamente dañinos, por supuesto que es una herramienta para crear una necesidad inexistente en el consumidor.

La sociedad para protección del consumidor de París, lucha por frenar los anuncios de los envases que engañan a los consumidores, algunos productos son legales, pero no legítimos, los fabricantes recurren a estos trucos para aumentar sus beneficios. Para entender un poco más esta gran mentira, la mayoría de los productos solo tiene un 5% de fruta y el resto es agua, soda y azúcar.

¿Qué hay de los productos que dicen tener alto contenido en “frutas”?

Hay categorías que confunden a las personas, los néctares de fruta son un ejemplo de ello, el consumidor piensa que tienen más fruta, la etiqueta dice que es mucha más fruta que agua, pero no es así. El proceso de preparación de un néctar de durazno, se lleva a cabo seleccionando a mano los frutos, para que no se oxide se evita el contacto con el aire, luego pasa a la pasteurización hasta conseguir que esté inerte, se aplica una pasteurización suave con 90 grados como máximo, logrando así aroma, ya que mientras más caliente hay más perdida de aroma. En este proceso se pierden nutrientes, mientras que cuando lo hacemos en casa para tomar directamente tiene todos sus nutrientes naturales, aroma, sabor y menos contenido de azúcar extra.

La desinformación lleva al consumidor a creer que los néctares son mejores que el jugo, porque tienen más pulpa y su consistencia es más densa, ¡sin duda tienen más sabor!, pero no es aconsejable para ingerir por ejemplo 4 o 5 veces al día, ya que el exceso de azúcar añadida a la larga nos detonará en una enfermedad.

Muchos productores juegan con el placer y no estiman la salud, entonces es el azúcar quien aporta equilibrio y un sabor atractivo al producto, aspecto donde el empresario se afianza para elevar sus ventas.

Pasteurizar sin duda convierte la fruta fresca en un peligro para la salud, perdiendo densidad, fibra, antioxidantes y si la calientas modificas ciertos equilibrios, incluyendo componentes que no estaban en la fruta original.

El mejor consejo de hoy y siempre, es comprar la fruta que puedes procesar el mismo día o al día siguiente, jugando con la variedad, aprovechando la fruta de temporada y sobre todo sin arriesgar la salud, con la garantía de que tú y tu familia están consumiendo un producto 100% natural.