Muy pocos saben que el 16 de febrero de 1942, en las costas venezolanas, en una tranquila madrugada, submarinos nazis abrieron fuego contra siete buques tanqueros petroleros (Monagas, San Nicolás, Tía Juana, Pedernales, San Rafael, Oranjestad y Arkansas).

El submarino U­- 502, torpedeó primero al buque “Tia Juana” de la Lago Petroleum Comany.  El “Monagas”, el “San Nicolás”, y el “Oranjestad” fueron los siguientes. El “Pedernales”,  por su parte, fue partido por la mitad por la explosión de un torpedo y quedó  encallado mientras se incendiaba

Estos buques se dirigían a la Refinería de Aruba donde refinaban el petróleo Venezolano. Desde la orilla se veían los tanqueros en llamas y el desespero de las familias sin saber que estaba ocurriendo, en total murieron 47 marinos entre ingleses, griegos, chinos, noruegos y venezolanos.

Buques venezolanos torpedeados
El “Oranjestad” y el “Pedernales”, ambos torpedeados.

Damelys Mey Zambrano, nieta de uno de los tripulantes del buque Monagas cuenta:

Esta historia la conozco desde pequeña porque mi abuelo Bernabe Zambrano estaba en el “Monagas” junto a su sobrino Ramón, que fue una de las víctimas ese día. Mi abuelo fue reseñado en el libro de Ali Brett Martinez “Aquella Paraguaná “, porque los sobrevivientes luego de ser rescatados, estuvieron por espacio de tres días varados en las costas de la Guajira, sin comunicación. Pensaron todos que mi abuelo había fallecido y le hicieron hasta misa. Se podrán imaginar cuando llego a Carirubana vivito y coleando-

Damelys Zambrano

Venezuela contaba en esa época con sólo dos barcos de guerras y uno de ellos era “el General Rafael Urdaneta”. Comando por un joven teniente de navío con un nombre muy Alemán, Wolfangang Larrazábal. 16 años más tarde presidiría la junta provisional de gobierno tras el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez. 

Este barco, fondeado frente a Carirubana, se puso en marcha tras la primera explosión. Se ubicó a sólo tres millas náuticas del submarino alemán viendo cómo ocurrían dos explosiones más.

El periódico “El Heraldo”, hablaba de ellos como hombres de hierros, ya que carecían de armas para atacar submarinos. Sin embargo, la vida los llevó a esa oscura madrugada iluminada solo por las llamas de los buques torpedeados.

La versión de un noticiero estadounidense del ataque,

Un evento que no debe caer en el olvido

Es triste como este hecho muy pocos lo recuerdan.

Muchos historiadores, e incluso el alemán que comandaba la misión Juegen Von Rosenstiel, afirman que el ataque se llevó a cabo para evitar que estos buques continuasen surtiendo petróleo a los aliados.

En 1942, el 64% del Petróleo que utilizaban los aliados venía de Venezuela. Parece ilógico que la gran mayoría de nosotros hayamos olvidado a estos hombres, cuando aportaron tanto al triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Que bonito sería ver una placa en algún lugar de Carirubana con los nombres de esos tripulantes. De aquellos que fallecieron mientras  cumplían su trabajo, y que dejaron atrás madres, esposas e hijos. Y de aquellos quesobrevivieron, muchos de ellos con graves heridas que les impidieron trabajar. Marineros que, en aquella madrugada de 1942, fueron testigos de las atrocidades de los nazis en su afán de conquistar el mundo.

Pero sus familias no los han olvidado, y  es necesario que el resto de nosotros también los recordemos. Dedicándoles así sea un sólo pensamiento en un día como hoy, que se cumple el aniversario de este suceso.

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