Traducido literalmente del chino, Feng Shui es “viento y agua”. En sus inicios fue una técnica dedicada a estudiar los cambios en el clima, los astros y la naturaleza, y cómo afectaban la energía vital llamada ‘Chi’, que es el aliento de vida, la esencia de todo lo que hay en el planeta.

Durante el tiempo de la China imperial, el Feng Shui era usado exclusivamente por las élites de la sociedad, aplicando sus basamentos en la edificación de palacios y hasta en sus tumbas, creyendo que la disposición influía, en la buena o mala fortuna que tuvieran los descendientes del fallecido.

Al hacerse una República, China prohibió su práctica, eso explica el auge que tomó en otros países de Oriente y en el resto del mundo. Actualmente muchas personas, aplican sus conocimientos a todos los aspectos de la vida, armonizando hacia el equilibrio.

 

La sabiduría del Feng Shui

5 elementos del Feng Shui

Son la madera, tierra, agua, metal y fuego, todos atados a diferentes emociones y situaciones, colores y épocas del año.

Madera: representa la energía de la primavera, aporta calidez. Debes aumentar este elemento cuando quieras empezar nuevos proyectos.

Tierra: como su nombre lo dice, nos lleva al centro y nos transmite estabilidad. La ausencia de tierra nos hará sentir que todo va muy deprisa y se nos escapa, pero mucho de este elemento nos estancaría. Nos da estabilidad en tiempos de cambio.

La sabiduría del Feng Shui

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Agua: representa la energía del invierno, el movimiento, la fluidez. Cuando te sientas bloqueado o necesites un cambio, debes aumentar este elemento.

Metal: representa la energía del otoño, nos ayuda a fijar la atención. Usa este elemento cuando necesites concentración, disciplina y liderazgo.

Fuego: con su energía vital del verano, transmite comunicación y fuerza, nos llena de ánimo, deseos de vivir, hablar y salir, sin este elemento estaríamos enfadados y huraños. Usa este elemento cuando necesites reforzar tu comunicación y expresión.

Beneficios

Quienes lo practican aseguran que mejora la vitalidad, el estado de ánimo y las relaciones con las personas, ayuda notablemente con problemas del sueño y el estrés.

Uno de los principios beneficios es que todo cambia, y nuestras casas son un pilar que apoya este cambio, nuestras casas pueden ser un ancla hacia el pasado o un trampolín hacia el futuro, nosotros decidimos cómo queremos vivir.

La casa es el detonante que activa el cambio, no es necesario creer para que funcione, el feng shui lo hace por sí solo, y lo hace constantemente, así de fuerte es su poder y su influencia.

No tiene que ver con magia, esoterismo o superstición, sino con miles de años de sabiduría y conocimiento, que funciona con la ley física de acción y reacción. Lo mágico son sus efectos, así que no pierdas tiempo, busca una brújula y haz tu mapa para armonizar tu cuerpo, tu espacio y tu vida.

Ubica tu zona de prosperidad, salud, relaciones, familia y concentración; además las zonas negativas de tu casa, y recuerda que es una técnica individual, no aplica igual para cada persona.

La sabiduría del Feng Shui