Con el paso del tiempo los sedimentos e impurezas que transportan los líquidos que circulan por el radiador, tienden a acumularse, entorpeciendo su correcto funcionamiento. El mantenimiento que se brinde a este elemento fundamental, redundará en una mayor vida útil del motor.

El radiador del auto al igual que la bomba de agua y la válvula termostática, es un elemento que forma parte del sistema de refrigeración del vehículo. Está diseñado para disipar las altas temperaturas que se desprenden del motor, enfriando el líquido refrigerante que circula por él, ayudándose del aire exterior que entra por la parte delantera del auto y hace contacto con el radiador, evitando que se produzcan sobrecalentamientos en el motor para que éste trabaje de manera óptima a cualquier nivel y ofrezca el máximo rendimiento; también actúa como filtro para algunos de los contaminantes que pueden bloquear el motor.

¿Qué es un radiador?

Los radiadores son construidos para crear un flujo descendente, en el cual, el refrigerante que viene caliente del motor llega al tanque inferior del radiador; el refrigerante frío (o de menor temperatura) que se encuentra en el depósito superior vuelve al motor completando así el circuito de refrigeración.

En los radiadores de flujo cruzado, el refrigerante caliente va a un tanque lateral del radiador y fluye por este ,través de los tubos, hacia el tanque que está en el lado opuesto. Un radiador típico está compuesto por:

  • Tubos: El fluido refrigerante caliente del motor es pasado por un extremo de los tubos, y al salir por el otro (más frío), es depositado en un tanque para ser usado nuevamente en el proceso de enfriamiento del motor.
  • Juntas: Son empaques de sellado que unen las partes evitando las fugas de líquido.
  • Tapón o tapa: El radiador es un sistema presurizado, que permite que el refrigerante absorba la mayor cantidad de calor sin llegar a hervir. El tapón del radiador mantiene el sistema de enfriamiento a una presión de 14 lb/pulg² (en general).
  • Enfriador de aceite: Solo en el caso de autos con transmisión automática, aloja dentro un tubo sellado (serpentín). Tiene la función de recibir el aceite de la transmisión por una de las líneas que la conectan y la devuelve por la otra línea. Se entiende que la intensión es enfriar o mantener el aceite de la transmisión a una temperatura especificada.
  • Aletas: Son láminas metálicas, que ayudan a generar el efecto de disipación de calor gracias a que crean la turbulencia suficiente del aire que entra al radiador.
  • Colectores: Es una lámina de latón de cobre debidamente confeccionada, colocada en la parte superior e inferior del radiador donde van soldados los tanques y los tubos.
  • Laterales: Son estructuras metálicas que dependiendo de la forma del flujo, van en la misma dirección que los tubos. Su función es reforzar la estructura del radiador.
  • Tanques: Son dos, uno recibe el fluido refrigerante que luego de realizar el disipado del calor, lo recibirá el otro para enviarlo de nuevo a través de mangueras al ciclo de refrigeración del motor.
radiador de auto

¿Cómo limpiar un radiador de auto?

El sistema de refrigeración de tu auto es una de las partes que más sufre. Si le sumamos los atascos de tráfico, los largos viajes o una carga fuera de lo común, el motor de tu auto está expuesto a padecer una avería si falla este sistema. Su funcionamiento óptimo pasa por un buen ciclo de mantenimiento preventivo.

Necesidades de limpieza

Antes de que comenzar, es conveniente determinar si el radiador necesita o no ser limpiado. Por regla general, siempre que se utilice líquido refrigerante el único momento en el que un radiador necesita limpieza es cuando el mecánico lo recomienda o cuando deba reemplazarse el refrigerante. Esto se explica por el material con que se fabrican, ya que el lavado constante era usual en el pasado, cuando la mayoría de los radiadores se fabricaban de acero y otros metales que se oxidaban con facilidad.

La mayoría de los radiadores modernos están hechos de aluminio, aleaciones con capas anti oxidantes y plásticos. Si tu mecánico recomienda la limpieza del radiador, puedes realizar el procedimiento tú mismo.

Agentes limpiadores

Como se explicó anteriormente, la premisa fundamental es el uso de líquido anticongelante en el radiador, en ese caso no necesitas complicados productos de limpieza para limpiar efectivamente tu radiador. De hecho, algunos materiales pueden causar daño al sistema del radiador.

Todo lo que necesitas para crear una efectiva solución de limpieza es agua destilada. El agua del grifo no es ideal para este propósito ya que contiene residuos minerales que pueden interactuar con el anticongelante; tampoco uses agua mineral por error.

Ácido muriático, jabón líquido, vinagre, bicarbonato de sodio, kerosene y un largo etcétera, son agentes limpiadores caseros que se emplean para realizar el lavado de los radiadores, en los cuales se ha usado agua corriente durante largo tiempo y se generó oxido; en este caso lo más recomendable es emplear limpiadores específicos para radiador que pueden adquirirse en cualquier tienda de repuestos, siempre teniendo en cuenta que al final del procedimiento se debe eliminar completamente los residuos de estos agentes limpiadores, utilizando agua destilada o desmineralizada.

Procedimiento:

  1. Prepárate adecuadamente: Identifica previamente donde se encuentra la llave de drenaje del radiador, para esto deberás introducirte ligeramente por debajo del frente del auto. Deberás disponer de alfombras, guantes, un recipiente suficientemente grande para recoger el refrigerante usado y un alicate o pinza para ayudarte.
  1. El motor debe estar completamente frio: La idea de dejar enfriar el motor de tu auto es que los líquidos que circulan por él y llegan hasta el radiador también lo hagan; además, si están calientes puede causar lesiones al contacto con la piel en especial en tus manos o tu rostro. Recuerda que el anticongelante que tiene el líquido refrigerante es tóxico por lo que es conveniente dejar enfriar el auto por al menos dos horas. El mejor momento para realizar esta limpieza es en la mañana, antes de que utilices el auto.
  1. Inspecciona el radiador: Retira la tapa de presión y examínala con detenimiento; si está muy gastada en algún punto, deberás cambiarla. En el radiador Busca en especial sedimentos y señales de óxido o corrosión producida por alguna fuga. Cerciórate que las mangueras estén bien ajustadas y nada escape de ellas ni en sus juntas. Mantente alerta con los olores fuertes, porque si el olor a líquido anticongelante es muy pronunciado, eso quiere decir que hay una fuga en algún lado.
  1. Drena el Radiador. Para realizar el drenaje necesitaremos una cubeta, que servirá para recoger el líquido y guantes. Deberemos situar la cubeta debajo de la válvula de drenaje del radiador de manera que quede centrada; desatornilla el tapón del drenaje. Recuerda que este líquido es tóxico, por lo que debes tener cuidado de no derramar nada. Al caer la última gota retira la bandeja y descarta el líquido refrigerante en un lugar específico para desechos tóxicos.
  1. Lava el vaso de expansión o recipiente de recuperación: Para ello desconéctalo del radiador, para una mejor limpieza se recomienda sacarlo con cuidado de su sitio (es de Plástico), lávalo con abundante agua y un cepillo de ser necesario.
Cómo limpiar el Radiador de tu auto
engine bay and radiator grille of an old classic car
  1. Lavar el interior del radiador con abundante agua: Una vez finalizado el goteo (paso 4), cierra la válvula de drenado y vierte agua destilada dentro del tanque, después volveremos a repetir la operación de drenado. Continuaremos haciendo lo mismo hasta que el agua salga limpia y todo lo recogido deberemos almacenarlo en recipientes cerrados, al igual que se ha hecho al final del anterior paso. Vuelve a colocar la llave de purga y llena el radiador de agua, luego cierra la tapa. Enciende el auto y déjalo así por unos veinte minutos, hasta que el medidor de temperatura dentro del auto marque niveles seguros. Apaga el auto y permite que el motor se enfríe. Luego retira nuevamente la llave de purga para que el agua drene, por última vez.
  • Nota: En caso de que en lugar de anticongelante se haya usado agua por mucho tiempo y los residuos presenten rastros de óxido, deberá emplearse el líquido limpiador de radiador. En las instrucciones se detalla la forma de utilizarlo, sin embargo es básicamente el mismo procedimiento.
  1. Vierte fluido refrigerante nuevo: Una vez que te hayas asegurado de que toda el agua ha drenado del radiador, aprieta la llave de purga del radiador. Es recomendable verificar que todo se encuentre en orden antes de realizar el llenado. Procederemos a llenar el radiador ahora con el líquido refrigerante adecuado según las recomendaciones del fabricante. Puedes comprarlo directamente o bien elaborar la mezcla, la cual se realiza con un 60% de refrigerante y 40% de agua, en este caso debes preparar la mezcla a base de refrigerante y agua destilada para evitar formaciones de cal. Deja la tapa de presión sin conectar.
  1. Presta atención a la cantidad de refrigerante: Enciende el auto y déjalo así por quince minutos. Al dejar la tapa de presión abierta evitas que se acumule presión y al mismo tiempo saldrán las burbujas de aire que se pudieron acumular en el interior del radiador al calentarse el líquido. Asegúrate de colocar suficiente refrigerante.

Para finalizar con el proceso

Tendremos que eliminar el aire que haya podido quedar en el sistema de refrigeración. Esta operación es sumamente sencilla, como se explica a continuación, de esta manera el refrigerante nuevo se moverá por el circuito haciendo que el aire atrapado se reconduzca hacia el exterior.

No te olvides de llenar hasta la marca correspondiente el refrigerante del vaso de expansión (el nivel debe estar en el máximo, sin pasarte). Cierra el tapón superior y arranca de nuevo el motor unos minutos para verificar que no haya fugas.

NOTAS:

  1. Debes tener presente que aunque saques el refrigerante usado del radiador y el recipiente de expansión, todavía queda en el motor y la bomba de agua. Algunos recomiendan desconectar la manguera inferior para sacarla completamente; sin embargo, cuando se haya repuesto el refrigerante, no ingresará al motor hasta que se alcance la temperatura requerida para que abra el termostato.
  2. Es aconsejable realizar una limpieza general a las aletas y demás partes del radiador, no obstante, existen otros elementos que impiden esta acción, como ventiladores y radiador de condensación del aire acondicionado, por lo que el agua y el aire a presión son buena opción.

¿Cómo purgar el sistema de refrigeración?

EL primer paso es dejar que el sistema de enfriamiento alcance la temperatura ambiente. Para ello, simplemente apaga el motor del vehículo durante al menos dos horas, esto es para evitar accidentes.

  1. Abre la tapa del radiador y déjalo abierto.
  2. Enciende el motor.
  3. Enciende la calefacción al máximo. Esto permitirá que el refrigerante fluya a través del núcleo del calentador, por lo que todas las bolsas de aire serán eliminadas.
  4. Aprieta la manguera superior del radiador mientras el motor está encendido. Este método ayuda en la eliminación de bolsas de aire.
  5. Acelera el motor a unas 1500 a 2000 RPM y mantenlo así durante unos 20 segundos para que la bomba de refrigeración bombee fluido a través del sistema a un ritmo más rápido que cuando el motor permanece inactivo. El fluido se moverá a través de todo el sistema del radiador y expulsará las bolsas de aire en el sistema.
  6. Repite los pasos dos veces más y Cierre la tapa del radiador.
  7. Comprueba el nivel del vaso de expansión. Esta verificación es recomendable hacerla también el día siguiente de terminada la limpieza del radiador ya que es posible que el nivel baje, debido a la eliminación del aire del sistema.